Her es una película realizada por Spike Jonze que nos
enfrenta una realidad que maravilla y aterra a la vez.
La tecnología nos ofrece enormes satisfacciones como
herramienta de trabajo, medio para comunicarnos e informarnos, para recrearnos,
para acompañarnos. Sustituye al obrero, a la secretaria, a la recepcionista, al
guardia, al contador, al dibujante, al amigo, a la pareja, a la mascota… ¿Qué
va a pasar con el hombre y la sociedad? ¿A dónde conduce todo esto? Ya es hora
de detenerse a pensar, quizás sea tarde, el mundo está cambiando y no hay
marcha atrás. La era de la máquina llegó y el hombre es esclavo del confort, de
lo práctico, de lo sensacional, o quizás ya ni siquiera cause sensación el
hecho de que a un encuentro social, un invitado venga acompañado de su pareja,
un teléfono.
En el bolsillo trae su amor, su pasión, sus temores, sus
angustias, con quien comparte sus percepciones del mundo que lo rodea, pues a
través de un ojo electrónico, la información llega al “corazón” de una
computadora programada para sentir, reír, fingir, gozar, llorar, suspirar, una
comunicación de corazón a corazón.
El hombre cuya condición natural es la soledad, más aún en
una sociedad impersonal de enormes rascacielos, automóviles, trenes de alta
velocidad, poco caminable, donde las relaciones interpersonales cada vez son
más esporádicas o difíciles, la computadora la da lo que su prójimo, ya sea conyugue
o amigo no consigue comunicar o dar.
Vivimos engañados: un día el sistema operativo deberá
actualizarse o se considerará obsoleto, superado por el próximo con más herramientas, a cómodas mensualidades y
la ilusión se desvanece. Pero no sólo nos esclaviza y manipula nuestras
emociones y sentimientos sino que también es más eficiente, incansable, rápida,
económica e higiénica. ¿Tomará decisiones, será inteligente? Si aún no, tal vez
lo llegue a hacer algún día. ¿Qué empresario pondría su interés en el hacer del
hombre antes tales aptitudes? Estamos en
peligro, perdemos la oportunidad de subsistir. El desempleo y el hambre ya se
ven y estamos empezando esta carrera tecnológica.
¿Qué soluciones hallaremos? Quizá la población decrezca
considerablemente, los costos de los productos realizados por la máquina sean
definitivamente más accesibles, consigamos competir en creatividad,
desarrollemos más nuestras capacidades afectivas para ocuparnos de aquellos que
nos necesitan, los gobernantes sepan guiar para que la máquina, lejos de
destruir el equilibrio social, exista para facilitar la vida del hombre
permaneciendo siempre a su servicios y sobre todo, tomemos consciencia de la
amenaza que representa el mal manejo de estos fascinantes descubrimientos.
Escucha una canción de Her:
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