lunes, 22 de septiembre de 2014

¿Cómo usa nuestro cuerpo la energía?

Para poder realizar cualquier acción desde correr un maratón hasta leer un libro,  nuestro cuerpo necesita energía y nuestra fuente de energía son los alimentos (energía química).
   
Todo lo que permite que nos movamos empieza a nivel celular. La energía se obtiene de los azúcares, grasas y nutrientes (carbohidratos) de los alimentos;todo esto se transforma en energía gracias al metabolismo. La energía que tomamos de lo que comemos se mide en calorías. Los carbohidratos se clasifican como simples y complejos.
Los carbohidratos simples son los azúcares como fructuosa, sacarosa y glucosa.
Los carbohidratos compuestos incluye los alimentos formados con tres o más azúcares.

También la energía se toma de las grasas. ¿Por qué se forman esas lonjitas cuando comemos más de lo indispensable y no hacemos ejercicio?
Esas lonjas son reserva de grasa del cuerpo por si se llegara a necesitar. Es por esto mismo es que la gente que realiza ejercicio y quema calorías se deshace de esa reserva de energía (y por eso tiene más hambre).


Como se había mencionado, las células necesitan moverse al igual que el cuerpo (movimiento de los músculos). Esto se logra con la síntesis de las proteínas y nutrientes, lo cual se lleva a cabo en los ribosomas.
De esta manera, los alimentos son un tipo de energía química, se utiliza para la movilización y mantener la temperatura (energía cinética y calórica) y así transmitimos energía también. Todo a nuestro al rededor funciona con energía.

Si quieres saber más, visita:

http://www.news-medical.net/health/Metabolism-Energy-Transformations-(Spanish).aspx
http://carbohidratos.net/carbohidratos
http://bienestar.salud180.com/salud-dia-dia/de-donde-proviene-la-energia-del-cuerpo

domingo, 21 de septiembre de 2014

"Her", Los Límites de la Ciencia, el Conocimiento y el Desarrollo Humano"

Her es una película realizada por Spike Jonze que nos enfrenta una realidad que maravilla y aterra a la vez.
La tecnología nos ofrece enormes satisfacciones como herramienta de trabajo, medio para comunicarnos e informarnos, para recrearnos, para acompañarnos. Sustituye al obrero, a la secretaria, a la recepcionista, al guardia, al contador, al dibujante, al amigo, a la pareja, a la mascota… ¿Qué va a pasar con el hombre y la sociedad? ¿A dónde conduce todo esto? Ya es hora de detenerse a pensar, quizás sea tarde, el mundo está cambiando y no hay marcha atrás. La era de la máquina llegó y el hombre es esclavo del confort, de lo práctico, de lo sensacional, o quizás ya ni siquiera cause sensación el hecho de que a un encuentro social, un invitado venga acompañado de su pareja, un teléfono.
En el bolsillo trae su amor, su pasión, sus temores, sus angustias, con quien comparte sus percepciones del mundo que lo rodea, pues a través de un ojo electrónico, la información llega al “corazón” de una computadora programada para sentir, reír, fingir, gozar, llorar, suspirar, una comunicación de corazón a corazón.
El hombre cuya condición natural es la soledad, más aún en una sociedad impersonal de enormes rascacielos, automóviles, trenes de alta velocidad, poco caminable, donde las relaciones interpersonales cada vez son más esporádicas o difíciles, la computadora la da lo que su prójimo, ya sea conyugue o amigo no consigue comunicar o dar.
Vivimos engañados: un día el sistema operativo deberá actualizarse o se considerará obsoleto, superado por el próximo con  más herramientas, a cómodas mensualidades y la ilusión se desvanece. Pero no sólo nos esclaviza y manipula nuestras emociones y sentimientos sino que también es más eficiente, incansable, rápida, económica e higiénica. ¿Tomará decisiones, será inteligente? Si aún no, tal vez lo llegue a hacer algún día. ¿Qué empresario pondría su interés en el hacer del hombre antes tales aptitudes?  Estamos en peligro, perdemos la oportunidad de subsistir. El desempleo y el hambre ya se ven y estamos empezando esta carrera tecnológica.
¿Qué soluciones hallaremos? Quizá la población decrezca considerablemente, los costos de los productos realizados por la máquina sean definitivamente más accesibles, consigamos competir en creatividad, desarrollemos más nuestras capacidades afectivas para ocuparnos de aquellos que nos necesitan, los gobernantes sepan guiar para que la máquina, lejos de destruir el equilibrio social, exista para facilitar la vida del hombre permaneciendo siempre a su servicios y sobre todo, tomemos consciencia de la amenaza que representa el mal manejo de estos fascinantes descubrimientos.


Escucha una canción de Her: